Estimadas familias:
Al finalizar el año, y con la llegada de la Navidad, quiero agradeceros vuestra confianza, compromiso y apoyo a nuestra labor educativa.
Ha sido un año complejo, lleno de incertidumbre, sacrificios y dolor por la situación de pandemia. Al mismo tiempo se ha puesto a prueba el valor y el tesón de todos los que sabíamos que no podíamos perder la ESPERANZA Y LA ILUSIÓN.
Para nosotros, como siempre, lo más importante han sido vuestros hijos, en los que día a día vemos la mirada de Jesús, el mismo que nace en Belén hoy, pequeño y humilde.
El papa Francisco nos interpela a "abrir los ojos y los oídos y escuchar el clamor de la tierra, que es el clamor de los pobres". Os animamos también a hacer vuestro este mensaje, todos podemos transformar nuestro modo de pensar y vivir, nuestros criterios y actitudes con nuestro prójimo y también con nuestra casa común.
Porque nuestro compromiso mejora el mundo, la transformación personal es el primer paso para construir una sociedad más justa, fraterna e igualitaria. Y entre todos, podemos conseguirlo.
Navidad es tiempo para ser generosos, seamos un regalo para los demás: acogiendo, escuchando, perdonando, respetando, orando por nuestros amigos, nuestra familia, compartiendo cuanto somos y tenemos.
Deseo que esta Navidad todos juntos nos pongamos en camino hacia Belén, con los corazones llenos de luz y esperanza, dando testimonio de que el Niño Dios vuelve a nacer en el pesebre de nuestro corazón.
Un fraternal abrazo.
Sor Carmen Caparrós
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